Este año la lluvia que comenzó a
principios de octubre, dejó atrás la sequía y dio paso al inicio de la
temporada de setas. Por este motivo, quería hablaros un poco de sus
características y usos, pues, como ya sabéis, existe una gran variedad.
Las setas y hongos son organismos
vegetales que viven en semioscuridad, no necesitan rayos solares, como otras
plantas, porque no tienen clorofila. Su ciclo de vida es muy corto: nacen,
maduran ( tienen un ciclo de crecimiento muy corto) y desaparecen en unos días
o un par de semanas. Contienen un 90% de agua y un 10% de hidratos de carbono, lo que las convierte en un alimento ideal para
dietas de adelgazamiento.
A la hora de comprar setas debes
tener en cuenta que estén frescas, quebradizas, secas y sin golpes.
La conservación es muy importante desde el momento en que las compras o las vas a
buscar al monte tú mismo.
- Tienen un periodo de conservación corto (no más de tres días) por lo que se deben preparar y consumir lo antes posible.
- Para su almacenamiento, deben tocarse lo mínimo posible entre ellas, para evitar magulladuras.
- Es ideal guardarlas en una cesta, para que se aireen y para que suelten las esporas por el monte y vuelvan a nacer.
- También puedes conservarlas cocinadas y congeladas, en vinagre, confitadas…
Utilización en la cocina
- Tira las partes dañadas
- A la hora de limpiarlas, es preferible hacerlo con un paño húmedo en lugar de lavarlas.
- Nunca sirvas setas salvajes crudas, son muy difíciles de digerir y su ingestión puede resultar tóxica
*NOTA: Súper prohibido meter las setas en una bolsa de
plástico. Si no tienes cesta, utiliza una bolsa de papel. El plástico las
humedece y las estropea.
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